Volviendo a ser yo - Cuento
Volviendo a ser yo
Había una vez, en una región muy lejana llamada Lhasa, un niño llamado Bean, él era un poco tímido y siempre tiene ganas de ayudar a los demás, pero no tenía tantos amigos por ser diferente y no la pasaba tan bien a pesar de vivir en un lugar tan hermoso.
En la escuela, diariamente pasaba por lo mismo, era muy inteligente y sacaba buenas calificaciones, pero había un niño llamado Damián cuyo origen era español que lo molestaba diciéndole:
- Frijolito, frijolito estás tan chiquito que te voy a aplastar.
Exclamaba Damián burlándose de su estatura y el significado de su nombre en inglés para que luego todo su salón se burlara también. Pero no siempre fue así, Damián y Bean eran amigos de la infancia, pero un día se pelearon por un sándwich de nutella y nunca más se volvieron llevar bien.
Los días de Bean en casa tampoco eran muy extraordinarios, nadie le hacía caso, su papá trabajaba fuera de la ciudad entre semana y su mamá se dedicaba a dar clases de baile en un estudio lejos de su casa, al ser hijo único andaba solo.
Como la mayoría de las veces estaba por su cuenta, tuvo más tiempo de conocerse a si mismo y desde hace mucho tiempo el ya sabía que tiene la habilidad de viajar en el tiempo, pero no se lo había dicho a nadie ya que temía que se burlaran más de él o lo tomaran por loco.
Un día se le ocurrió la idea de empezar una travesía para viajar en el tiempo y que sus papás cambiaran su nombre para que dejen de molestarlo, Bean no estaba muy seguro de cómo empezar el viaje pero él estaba muy decidido en hacerlo.
- Tengo que hacerme más fuerte – dijo Bean.
Bean practicaba día y noche para fortalecer su mente, su físico y su poder para emprender su viaje, motivado por la emoción de por fin tener amigos y una vida normal.
Entonces Bean se dirige al lugar más recóndito de su ciudad tibetana para que nadie lo viera y pudiera emprender su viaje sin riesgos. Ya cuando estaba abriendo el portal, pasa Damián y nota algo raro, cuando se acerca un poco más ve a Bean entrando al portal, viendo como se desvanece.
Enojado por lo que acababa de ver, Damián lo sigue y entra con él al pasado para ver que estaba tramando y arruinar sus planes.
- Debo averiguar a dónde se dirige este tonto - Pensó Damián.
Al llegar, Bean se da cuenta que sólo retrocedió dos años y decide pasear por el lugar para fijarse en detalles que no había visto antes y que han cambiado en su presente. Al llegar a su casa y escondido ve a sus papás discutiendo, como no escuchaba bien se acercó un poco más y para su sorpresa estaban hablando de que se querían separar.
Mientras tanto, Damián había caído en la cuenta de que estaba dos años atrás y aprovechó para hacerle bromas a los demás y cambiar algunas cosas que le molestaban mientras seguía cautelosamente los pasos de Bean.
Por otro lado, Bean se puso muy triste porque él adoraba ver a sus papás juntos, al ponerse a llorar, un perro enorme se le acercó y le dio una enorme lamida en sus pecas, era Bernardo, el perro al que tanto adoraba de pequeño él estaba muy feliz de ver a su perro de nuevo, pero le afectó mucho la noticia de sus papás y más porque incluso en el presente nunca lo hablaron con él.
Después de esto, como estaba tan desmotivado ya no quiso cambiar su nombre y volvió al presente pero esta vez con su perro. Damián antes de regresar junto con él
Al regresar al presente, no nota mucha diferencia al principio, sus papás seguían trabajando en lo mismo y no pasaban tiempo en su casa, pero por dentro sentía que las cosas no eran igual.
Bean va a la escuela como si nada, pero se da cuenta de que algo no estaba bien, en vez de él ser molestado, ahora todo el salón molestaba a Damián por ser de origen español y no parecerse a los demás.
Al final de la clase Damián se le acerca a Bean y le dice:
- Tenemos que hablar
Bean lo sigue hasta el techo de la escuela muerto de miedo por lo que Damián le vaya a hacer, ya que él creía que cambió el pasado para que fuera así.
- He caído en la cuenta de todo lo que te he hecho a lo largo de estos años y ahorita que estoy pasando por eso me doy cuenta de que no es para nada agradable – Le dice Damián. – La verdad es que te seguí al pasado y cambié algunas cosas pero ahora no sé como repararlo.
- Sígueme, no tenemos mucho tiempo – Dijo Bean como si ya supiera lo que Damián diría, entonces Bean abrió un portal nuevo al pasado tratando de volver al mismo día en el que se cambiaron las cosas.
Bean y Damián empiezan a recorrer todos los lugares a los que fueron en el viaje pasado, regresando las cosas a su lugar y sin mover nada, para eso tristemente Bean se tuvo que despedir de su fiel amigo Bernardo para no arriesgarse a que haya cambios en su presente.
Antes de regresar al presente, Bean se da cuenta de que no necesita nada más en su vida y se va feliz aceptándose como es y como era su realidad. Damián agradecido su ayuda decide dejar de lado sus diferencias del pasado y se volvieron amigos de nuevo.
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